LA LUNA CAPRICORNIANA
Es momento del "tú debes" que nos sigue en la cabeza mientras pensamos: "esto lo puedo dejar para mañana", y una torturante voz nos dice: "no dejes para mañana lo que puedes hacer hoy, si no, nadie va a apreciarte y no vas a descansar hasta que te lo saques de encima.
Y casi dándole la razón, vamos a regañadientes y hacemos lo que tenemos que hacer.
Tomamos contacto con las cosas frías, hasta con el hielo si se nos da por deshielar la heladera. Pero si no es así, podríamos conversar con alguien con temple de témpano, volvernos de hierro nosotros o sentir el frío y la grisura del día de un modo especial, casi como si calara los huesos.
Estas son manifestaciones escasas, simplemente simbólicas de lo que quiere decir que estamos lejos del cariño y la ternura y más cerca de la obligación y el deber que ocupan su lugar.
Podríamos suplantar cualquier carencia afectiva con contentarnos en saber que podemos pagar las facturas o podríamos sentirnos solos justamente porque no tenemos a nadie que nos ayude a pagarlas.
La Luna capricorniana tiene un humor bastante seco. No sabe tomarse las cosas a broma y es por eso que no serán días para la chacota. Más bien para poner los pies en la tierra y chequear con la realidad aquello que nos molesta o necesitamos.
Generalmente nos vamos a comprar cualquier cosa cuando nos sentimos mal. Aunque más que "cualquier cosa", sería algo que nos sirva o tenga utilidad. Eso sería la demostración de que estamos tapando casi seguro, un agujero afectivo. Pero si somos de comprar nomás y es un deporte, eso es otro cantar y para análisis de otro planeta.
ya saben: gente seria, cumplir, responsabilizarse, contactar ambientes fríos, tocar o tener presente el hielo y un humor gris, pueden ser necesarios para que aprendamos que la realidad, no es una jarana.
La preocupación no sirve, la pena tampoco, hay que tomar como parte de la vida este tipo de acontecimientos y las experiencias que nos enseñan a que todo alguna vez, tiene que terminar o debe cumplirse con las leyes del tiempo.
Y casi dándole la razón, vamos a regañadientes y hacemos lo que tenemos que hacer.
Tomamos contacto con las cosas frías, hasta con el hielo si se nos da por deshielar la heladera. Pero si no es así, podríamos conversar con alguien con temple de témpano, volvernos de hierro nosotros o sentir el frío y la grisura del día de un modo especial, casi como si calara los huesos.
Estas son manifestaciones escasas, simplemente simbólicas de lo que quiere decir que estamos lejos del cariño y la ternura y más cerca de la obligación y el deber que ocupan su lugar.
Podríamos suplantar cualquier carencia afectiva con contentarnos en saber que podemos pagar las facturas o podríamos sentirnos solos justamente porque no tenemos a nadie que nos ayude a pagarlas.
La Luna capricorniana tiene un humor bastante seco. No sabe tomarse las cosas a broma y es por eso que no serán días para la chacota. Más bien para poner los pies en la tierra y chequear con la realidad aquello que nos molesta o necesitamos.
Generalmente nos vamos a comprar cualquier cosa cuando nos sentimos mal. Aunque más que "cualquier cosa", sería algo que nos sirva o tenga utilidad. Eso sería la demostración de que estamos tapando casi seguro, un agujero afectivo. Pero si somos de comprar nomás y es un deporte, eso es otro cantar y para análisis de otro planeta.
ya saben: gente seria, cumplir, responsabilizarse, contactar ambientes fríos, tocar o tener presente el hielo y un humor gris, pueden ser necesarios para que aprendamos que la realidad, no es una jarana.
La preocupación no sirve, la pena tampoco, hay que tomar como parte de la vida este tipo de acontecimientos y las experiencias que nos enseñan a que todo alguna vez, tiene que terminar o debe cumplirse con las leyes del tiempo.
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