MERCURIO A PUNTO DE TOMAR SU MARCHA DIRECTA
Mercurio ya estaciona y retoma su rumbo directo. Se supone que algunas situaciones neceistan avanzar, pero en medio de ese avance, han sucedido cosas desgastantes, repentinas e inesperadas y algunas se mantuvieron en un distanciamiento que quizá ahora solidifique.
Al arrancar su marcha en contacto con el dios del mar, aún le quedarán unas cuantas personas por borrar de la agenda: desde los que no nos aportan ningún sentido, ni nos mantiene en contacto más que frases trilladas con bendiciones que no sentimos y hasta quizá un constante masticar la frase: "por qué todavía sigo aguantando a fulan@ o a mengan@?"
Como la respuesta comienza a tomar forma definitiva, es posible que para no olvidar su accionar, anotemos en una agenda un nombre menos. O varios!. Mientras recuperamos otros que en algún momento nos aconsejaron bien o nos dieron palabras que pudieron ampliar nuestra manera de mirar y pensar las diferentes situaciones.
Salidos del letargo que provocan las retrogradaciones mercuriales, terminado el ciclo de revisión y ya afianzado el cambio comunicacional, -aunque solo hayamos cambiado el celular o en el mejor de los casos, aprendido a leer las situaciones de un modo diferente-, podremos estar seguros que lo que busca este tránsito, es ponernos en contacto con aquellos que no vamos a borrar de la agenda.
Nuevas personas han pasado por nuestra vida, nuevas posibilidades, puertas, interpretaciones, chismes, mentiras, verdades, dudas. De todo eso, hemos tomado nota en muchos casos de modo muy sutil. Pero esa sutileza produce cambios. De algo estamos seguros: nos sentimos cansados. Pero sabemos que hemos hecho lo que teníamos que hacer si dejamos atrás a aquellas personas que lejos de escuchar o aportar algo válildo, dejaban palabras trilladas para a su vez, nosotros las repitamos.
Salirse de lo que piensa la manada, es una de las mejores y más brillantes ideas que puede dejarte el tránsito retrógrado del Dios Alado.
Nuevas formas de comerciar, hablar, escribir, pensar, atender, razonar y llevarnos con el entorno.
Al arrancar su marcha en contacto con el dios del mar, aún le quedarán unas cuantas personas por borrar de la agenda: desde los que no nos aportan ningún sentido, ni nos mantiene en contacto más que frases trilladas con bendiciones que no sentimos y hasta quizá un constante masticar la frase: "por qué todavía sigo aguantando a fulan@ o a mengan@?"
Como la respuesta comienza a tomar forma definitiva, es posible que para no olvidar su accionar, anotemos en una agenda un nombre menos. O varios!. Mientras recuperamos otros que en algún momento nos aconsejaron bien o nos dieron palabras que pudieron ampliar nuestra manera de mirar y pensar las diferentes situaciones.
Salidos del letargo que provocan las retrogradaciones mercuriales, terminado el ciclo de revisión y ya afianzado el cambio comunicacional, -aunque solo hayamos cambiado el celular o en el mejor de los casos, aprendido a leer las situaciones de un modo diferente-, podremos estar seguros que lo que busca este tránsito, es ponernos en contacto con aquellos que no vamos a borrar de la agenda.
Nuevas personas han pasado por nuestra vida, nuevas posibilidades, puertas, interpretaciones, chismes, mentiras, verdades, dudas. De todo eso, hemos tomado nota en muchos casos de modo muy sutil. Pero esa sutileza produce cambios. De algo estamos seguros: nos sentimos cansados. Pero sabemos que hemos hecho lo que teníamos que hacer si dejamos atrás a aquellas personas que lejos de escuchar o aportar algo válildo, dejaban palabras trilladas para a su vez, nosotros las repitamos.
Salirse de lo que piensa la manada, es una de las mejores y más brillantes ideas que puede dejarte el tránsito retrógrado del Dios Alado.
Nuevas formas de comerciar, hablar, escribir, pensar, atender, razonar y llevarnos con el entorno.
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