HOY: LA LUNA Y URANO
Hoy tenemos a la Luna en contacto con Urano.
Hoy es un día en el que sin pensar, nos colocamos en un lugar que difiere de las reacciones habituales, costumbres y rutinas que solemos tener a diario.
Dicho así, parece algo demasiado abstracto o rebuscado, pero si lo miramos un poco mejor, este contacto nos resetea el modo de actuar, sentir, responder o llevar a cabo una tarea rutinaria de un modo diferente al cotidiano. Romper esquemas es su mejor manifestación.
Podría también vincularse a nuevas personas en el entorno, una nueva tarea que hacer lo ya conocido y con ello, poder cambiar la forma en la que nos enfrentamos a la experiencia de vivir.
Las respuestas pueden llegar a nosotros del modo más ilógico que podamos esperar, solo si estamos atentos a esas pequeñas variaciones que captaremos de modo institntivo y por lo tanto, a un nivel casi subliminal o inconsciente.
Habrá que aguzar la consciencia para darnos cuenta de cual es la modificación que produce, incluso aunque a primera vista no nos sintamos tan diferentes de quienes fuimos hace media hora atrás, ayer o el año pasado y no nos veamos tan cambiados con vistas al futuro. Pero si fuéramos un poco más allá de los hechos, podremos deducir que la llegada de situaciones nuevas, personas nuevas o lugares nuevos, nos exigen a su vez nuevas respuestas y nuevos recursos para poder incorporar lo distinto a lo cotidiano.
Sentir seguridad ante lo que no conocíamos, es uno de los efectos más deseables de este intercambio planetario. Innovar, renovar, revelar y sublevar, son palabras oportunas para lo que puede ser novedoso o hasta inesperado.
Alas para volar, mudanzas, respuestas que caen del cielo, personas que nos animamos a conocer, respuestas nuevas a situaciones viejas.
Hoy es un día en el que sin pensar, nos colocamos en un lugar que difiere de las reacciones habituales, costumbres y rutinas que solemos tener a diario.
Dicho así, parece algo demasiado abstracto o rebuscado, pero si lo miramos un poco mejor, este contacto nos resetea el modo de actuar, sentir, responder o llevar a cabo una tarea rutinaria de un modo diferente al cotidiano. Romper esquemas es su mejor manifestación.
Podría también vincularse a nuevas personas en el entorno, una nueva tarea que hacer lo ya conocido y con ello, poder cambiar la forma en la que nos enfrentamos a la experiencia de vivir.
Las respuestas pueden llegar a nosotros del modo más ilógico que podamos esperar, solo si estamos atentos a esas pequeñas variaciones que captaremos de modo institntivo y por lo tanto, a un nivel casi subliminal o inconsciente.
Habrá que aguzar la consciencia para darnos cuenta de cual es la modificación que produce, incluso aunque a primera vista no nos sintamos tan diferentes de quienes fuimos hace media hora atrás, ayer o el año pasado y no nos veamos tan cambiados con vistas al futuro. Pero si fuéramos un poco más allá de los hechos, podremos deducir que la llegada de situaciones nuevas, personas nuevas o lugares nuevos, nos exigen a su vez nuevas respuestas y nuevos recursos para poder incorporar lo distinto a lo cotidiano.
Sentir seguridad ante lo que no conocíamos, es uno de los efectos más deseables de este intercambio planetario. Innovar, renovar, revelar y sublevar, son palabras oportunas para lo que puede ser novedoso o hasta inesperado.
Alas para volar, mudanzas, respuestas que caen del cielo, personas que nos animamos a conocer, respuestas nuevas a situaciones viejas.
Me encanta!
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