LA LUNA, KIRÓN, VENUS Y MERCURIO
Puede que nos lleguen recuerdos de temas que han quedado pendientes, que tocan nuestra parte más vulnerable a las pérdidas: pérdida de la juventud, la belleza, la memoria, el entendimiento o complejos asociados inconscientemente a la decadencia, el encierro o a la soledad.
Quizá nos castiguemos mucho mirándonos al espejo, o quizá sea otro el que funcionando como tal, nos devuelva una imagen que nos resulta terrible: la no aceptación, la crítica o el sentimiento de ser tan defectuosos que lo único que nos queda, es flagelarnos con cualquier cosa que tengamos a mano.
Es necesario saber que estamos tratando con temas que hay que concluir. Que quizá son viejos y vienen de hace tiempo y son complejos. Suele ser necesario perdonar y perdonarnos de un modo profundo por todo aquello a lo que le hemos dado importancia y quizá no la tenga.
Es tiempo de desinflar el ego y de no ufanarse de nada. De no buscar precisión ni razón, sino apertura y comprensión para todos los defectos humanos que TODOS TENEMOS.
Si las cosas funcionan bien, también sería bueno el diálogo con alguien que haya padecido lo mismo de lo que padecemos, pero no para compadecernos y no dejar de quejarnos esperando que nos llueva la salvación, sino para curar esas heridas que lo más probable es que no hayan sido hechas con intención, sino porque hay cosas que por más que busquemos explicación, simplemente pasan para que simplemente y de forma no tan fácil, aprendamos a conocer nuestro lado infinito aunque quizá, bastante oculto y oscuro.
Excelente para el arte y la música.
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