VENUS, URANO Y PLUTÓN

La tensión de Venus con  Urano y Plutón, entre la diosa del amor y los aspectos transpersonales de la psique conmoveran las relaciones por componentes que no son los más fáciles de asimilar pero que son los que nos dejan la visión más clara respecto de lo que redefiniremos como amor.

Plutón en Capricornio, símbolo de sequedad, poder, celos, venganza o manipulación, puede poner a nuestro alcance la posibilidad de salirnos o de entrar a relaciones algo enfermizas, marca la posibilidad de conectar el amor al submundo, ese al  que van a parar las cosas que se pudren o se revolean al infierno con la rapidez en la que Urano relampaguea y nos cambia el panorama.

Sin dudas en algún área de nuestra vida, nos encontramos con que no hay paciencia, que algo no da para más y que nuestras ganas de compartir agrega un tono amoroso respecto de lo diferente y en favor de la liberación de ciertos aspectos que nos tenían encerrados.

Venus Urano apuesta por lo que va contra la corriente en algún sentido. Ama las diferencias, las grandes diferencias, esas cosas transgresoras que tienen más de revolución que de sometimiento. Así que la potencia de esta conjunción venusino-uraniana, se va a topar con algún intento por parte nuestra o de otro, de no romper la relación, sino de boicotearla o "ganar" una pulseada.

Ser conscientes del deseo de libertad, es algo que puede ayudarnos a quitarnos grilletes que han frenado nuevas expresiones de lo amoroso.