EL DÍA EN QUE MERCURIO SALIÓ CORRIENDO CUANDO VIÓ A SATURNO

Para que el cielo no nos asombre, hace falta estar ajenos a la realidiad. Pero si estamos atentos, podemos ver trabajar la energía de los planetas a diario y en temas GENERALES que son de público conocimiento para el que desee estar informado.

En el día de hoy, Mercurio quedó en el mismo grado que Saturno y además, retrogradando. Es como aquel que se encuentra con una muralla sin poder obtener o dar respuesta.

Si no supiéramos de la clásica reacción de Aries y su gusto por encenderse fuego, calentarse y sacar chispas, discutir o correr para no perder; si no supiéramos que Saturno es la obligación, la autoridad y el deber, no podríamos entender como hoy dos personas han salido de golpe de los lugares en que tenían que rendir cuentas por sus dichos o actos.

Aprovechando el escándalo y el enojo, alegando ofensa, ambos personajes se deshicieron de tener que exponer razones difíciles de argumentar, o por lo menos, con muchos dobleces que se pudieron descubrir o saltaron, de un modo más accidental o por la "liviandad" de tener la lengua más larga que la precaución (Saturno).

La imposibilidad de responder, dar explicaciones, comunicar, dialogar que plantea esta configuración, está determinada doblemente porque por el lado mercurial, la retrogresión implica que algo de lo que se ha dicho, hecho, contado, actuado o rumoreado, contiene "vicio", fue ocultado, borroneado, dibujado, alterado o desvirtuado tal como quiso hacer Mercurio cuando le robó los bueyes a Apolo. El tema es que Apolo lo vió y descubrió su treta, y aunque a éste le causó gracia, a Saturno estas cosas lo ponen de muy mal humor.

Encontrarse con el dios del tiempo, el Karma, el padre que se come a sus hijos, la autoridad justo cuando las mentiras tienen patas cortas y van tratando de borrar huellas, es tropezar no con una piedra sino con un paredón. Mientras Mercurio pretende armar una batahola para salir corriendo llevándose el ariete del enojo, Saturno oficia de una autoridad que obliga a no escapar, acorrala y pone límites.

Una de las personas que hizo una bravata y huyó de tribunales, fue una mujer que hace dos días hizo una denuncia sin ningún asidero. Y otro es un ministro de Argentina que hace meses debe sentarse en una bicameral. En ambos casos, no hubo respuestas a las preguntas que según diría esta configuración, tienen algo de imposible. Ninguno puede enfrentar a la autoridad que quedará muy enojada y es esperable que ni bien vuelva a pasar en moción directa por el grado que ocupe Saturno en unos días, el tema termine por trabarse o endurecerse.

Los tiempos de Saturno no son YA. Sí los de Mercurio en Aries. Pero a la larga, la cosa no termina aquí sino que traerá cola o más bien, restricciones o cortes tal como lo detalla la cercanía de Marte muy involucrado en esta guerra de obligar a hablar a quien no quiere.

Veremos a quien elige salvar el Sol: si a su bufón o a su padre malhumorado. Lo dirá la luz solar que puede alumbrar y favorecer con su juicio a quien le parece un "vivillo" o por el contrario, apoyar al duro juez del tiempo y la responsabilidad.

Veremos veremos, porque el resultado no lo da el cielo, lo da la consciencia. 

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