SOL-PLUTÓN, PSICOASTROLOGUÍA por Gabriela Borraccetti
Las manifestaciones son múltiples, pero basta con mirar a personas que ejercen no el mando o la autoridad, sino el poder, con lo que el mismo implica de dominio, extorción, dominación y vejamen.
El famoso "aliento que nos sopla en la nuca", tal como lo siente el que está de espaldas a alguien que lo acosa y no lo deja mirar hacia atrás so pena de convertirlo en polvo, vamos aprendiendo a distinguir momentos en los que o nos dejamos involuntariamente dominar o peleamos hasta la muerte.
Aquí se trata de vencer un obstáculo que el cielo le encomendó a Ares en una de sus luchas: se le dijo que tenía que pelear con la Hidra, un monstruo de muchas cabezas, al que no se podía atacar a los palos ni cortándole sus cabezas con cuchillo. Si actuaba de ese modo, le crecerían más. Entonces Ares fué un un escudo invisible para que el bicho no lo viera y comenzó a tirarle flechas con fuego adentro de su guarida. El bicho espantado por la luz de las llamas, salió y se quemó con la luz del día, -tal como Drácula frente a la luz-, porque si hay algo que la hace desaparecer a la oscuridad, a lo inconsciente, a los monstruos, es justamente la consciencia.
Si estamos en alguna batalla, tenemos que utilizar estos métodos que ofrece la psicología profunda frente al inconsciente, oscuro y siempre motivo de nuestros tropiezos si no conocemos ese mundo. Nadie puede hacerse consciente sin un Ares que sepa usar un escudo de invisibilidad. Vencer al monstruo que nos deja ciegos de furia e impotencia, es la tarea. Hay que tener en cuenta que las palabras abuso, identidad, consciencia, inicio, trabajo, el poder invisible, -y casi cualquier cosa que admita la lucha entre luz y oscuridad-, está ahí delante estorbando el paso. Se trata de excava lo más profundo que se pueda para saber por qué nos pasa y pasó lo que nos pasa y amarga.
Comentarios
Publicar un comentario