VENUS, MARTE Y SATURNO


Venimos pasando y tenemos por delante al planeta Venus que ha quedado en contacto con Saturno y con Marte, lo que traducido a lenguaje cotidiano es la posibilidad de compensar la escasez de amor con la actividad sexual de compromiso, algo que esta sociedad ha tornado prácticamente una obligación en cuanto a calidad, cantidad y proporción. Lo que debiera vivirse de modo natural, pasa a ser parte de una contabilidad que se liga estrechamente al sentimiento en lugar de la pasión. Como siempre Saturno, asustando y amenazando con cucos que crea en favor de vender algo: pastillas, recetas, prohibiciones o cualquier cosa de la que pueda alimentarse, -principalmente el miedo y la depresión-.

Si Venus no puede reveer esta especie de "peor es nada" y Marte el tema de "más es mejor", ir a la cama se inscribirá en un "balance" que tendremos que presentar a algún organismo gubernamental para ser aprobados o tachados de estar en falta o aprobados por haber cumplido.

Digamos que es una metáfora, pero en síntesis este contacto nos muestra el lado más elucubrador del sexo: el sexo como negocio, como obligtación y frío, contabilizado, numerado.

con Mercurio retrogradando en el Signo del guerrero, es un buen tiempo para repensar en esto de lo que nos dicen que es y lo que sentimos que es. Redefinir conceptos de sensualidad y sexualidad en base a otra cosa que no sea llevarlo al amor o a la cantidad, puede ser un bálsamo de soluciones para los que consumen recetas a aquel que comercia con nuestra cama o nuestras relaciones íntimas.

Si esta configuración funciona psicológicamente bien, podría indicar que nos hacemos conscientes de que el sexo no es compensatorio del amor. -Gabriela Borraccetti-

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