Antes y desués
Por estos caminos que trenza la vida
sinuoso resorte de arribas y abajos,
encontré un sendero, entré sin atajos
y tomé tu mano una tarde allá en mayo.
Los cerros nos vieron desde la ventana
cantar, renegar, disentir, coincidir,
y entre las copas arbóreas al viento
se enredaron voces de amor y de tiempo.
Henos aquí mi sueño más grande,
mi gran compañero, mi hogar, mi destino,
yo siempre te digo y nunca he mentido
eres en mi historia el después de todo antes.
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