SATURNO EN SAGITARIO

Nada que no hayamos resuelto en el ayer se va para no volver. Por el contrario, regresa en forma de pregunta, de situación, de personas, dificultades, trabas u obstáculos que nos ponen una y otra vez ante una lección que debemos aprobar en algún momento. Por lo general, los tránsitos de Saturno tienen algo de esto, y lo que no resolvemos en tiempo y forma, retorna bajo las distintas máscaras que nos interrogan acerca de quienes somos de verdad y qué queremos más allá de lo que hemos aprendido a querer. 
Con Saturno en Sagitario la pregunta será: cual es tu justicia? En qué crees?  Pones en práctica lo que predicas? Tienes miedo a lo sublime? o miedo a triunfar?

En la mitología, se le habían avisado a Saturno que uno de sus hijos por nacer, -Zeus/Júpiter-, lo derrocaría, y fué como al parir Rea, su mujer, él se comió a sus hijos para evitar ser superado. Ete aquí que "la suerte" salvó a Zeus quien más tarde, fué Dios del Olimpo. El reinado de su padre terminó y Cronos se transformó en un viejo rencoroso que imponía penas a todos los que se le cruzaran por delante. No obstante, si no hubiese tenido miedo de perder su lugar de privilegio, si en lugar de sentirse disminuído y temeroso hubiese sido feliz por el éxito de su hijo, no habría sido necesario quedar como "el malo de la película".
Saturno en Sagitario, -la casa de su hijo Zeus-, es el "padre interno" que impone una ley de hierro y genera temor a crecer, temor a nuestro costado más sublime. Es entonces el momento de saber por qué no confiamos en nosotros mismos y que "ley" o mandato estamos obedeciendo, como para no ser más de lo que somos. 

El desafío es saber que ley escrita o no escrita estamos obedeciendo o transgrediendo en nombre de un mandato que nos dejó solo miedo. 

Saturno pide que busquemos, por un camino difícil lo que nos hace libres. Habrá que abandonar el análisis lógico, las palabras gastadas y las mentiras,  para decirnos que no somos siempre inimputables o condenables a menos que vivamos en la verdad. 

Comentarios

Entradas populares de este blog

MARTE, PLUTÓN Y NEPTUNO

Antes y desués

Psicoastrologuía: Mercurio retrógrado febrero de 2020