LA LUNA INGRESA A CAPRICORNIO
De a poco se va borrando la imágen de la mujer que bendice nuestros pasos futuros envuelta en una larga túnica, para aparecer ahora la de aquella jefa que exige que dejemos de filosofar para sentarnos a trabajar ya mismo. Esa, de quienes todos los empleados hablan mal, que pareciera no tener ninguna necesidad y que jamás parece estar ansiosa de volver a su casa. La luna en Capricornio encuentra su cobijo entre las paredes de la oficina, por considerar que en su hogar, no hay calor suficiente. Su mirada no es dulce y sus ojos suelen ser oscos, duros y faltos de brillo; no obstante, en el fondo hay una niña que aún quisiera sentirse querida y ha endurecido su rostro por creer que sus emociones, siempre serán desetimadas. Por esta razón, nuestro modo de reaccionar en estos días, puede que dejemos de lado los efectos para dar paso a una frialdad que permite que nos podamos abocar al trabajo, al deber, al esfuerzo y a lo escaso. Podríamos encontrar que el entorno ignora nuestras ne